

En el Segundo Nivel: La dominación física.
Un paso más, una manera de redimirte, “santificarte” y endurecer la voluntad dominada.
Es de los juegos más delicados, hay que saber pegar, azotar, atar, amordazar. Hay que SABER. y eso sólo lo da la experiencia.
En esta dimensión nos encontramos con nomenclatura técnica como: Paddling (azotes con palos) , tortura genital, canning (azotes con vara), tortura de pezones (niple pain, tengo 3 tipos de pinzas, dependiendo del grado de sensibilidad de mi sumiso), cera (candle punishment), enemas, arnés, spanking (un clásico), collares, fusta, látigo, pinzas, caña (whipping), fistting, spitting, Slaping (bofetadas), asfixia eróticas, y como no, mi maravillosa sodomización con mi cinturón ( 3 diferentes tamaños) o con consolador.
Es un final de fuegos de artificio. Normalmente acaban con la leche en un cuenco de perro y acaban bebiéndosela. SOBERBIO!!!!!!
El Tercer Nivel: Fetichismo y el Transformismo. Quizás es el más, creativo y sensual.
Latex, cuero, lencería, todo el poder femenino patente en capas de poder, de sensualidad, de belleza dominante, todo encuadrado en negro y satén, en latex y tachuelas, en botas altas y zapatos de tacón de aguja….aquí podemos llegar fácilmente a la adoración de pies, o de botas, al puro FETICHISMO.
Otra práctica en esta esfera sería el transformismo (sissimaid) que puede derivar al emputecimiento (emputecer, fisionomizar como una prostituta, y aleccionarla en actitud y presencia) es intenso y muy gratificante.
Hacemos explotar esa feminidad cerrada. Oculta y no expuesta, y aquí estoy yo, Wanna para sacarla, darle brillo y vida. Esa personalidad hay que mimarla, amarla y sacarla, esa es mi misión, y es altamente gratificante.
